Escritores venezolanos. Conversando y Escribiendo

Este Blog es para unir a un grupo de escritores Venezolanos que quieren compartir sus experiencias, impresiones y escritos. Somos un equipo. Somos amigos. Somos Creativos. Somos escritores.

sábado, 31 de enero de 2009

LA CITA DE HOY

“Ni soy jefe ni aspiro a serlo. Mandar y obedecer es lo mismo. El mas autoritario manda en nombre de otro, de un parásito sagrado -su padre- , transmite las abstractas violencias que padece. Nunca en mi vida he dado una orden sin reír, sin hacer reír; es que no me corroe el chancro del poder; no me enseñaron a obedecer”.

J.P. Sartre. Las palabras.

sábado, 24 de enero de 2009

Nadie como tu



Fernando es un niño con gran talento para jugar béisbol, desde temprana edad fue a las sesiones de entrenamiento y siempre realizaba las prácticas que se le pedían con gran destreza. Sabia batear, pitchar, y era además un excelente short stop. No había nada que Fernando no supiera hacer. Cuando había un juego contra los tigres salvajes, el equipo confiaba en Fernando para las jugadas mas difíciles y llego a convertirse en el jugador mas cotizado de la liga de béisbol.

Todos adoraban a Fernando al punto que tenia su club de Fans entre los padres y representantes y otro entre las niñas. Fernando siempre hacía lo que le indicaban y nunca faltaba a las prácticas. Tenía en su casa una colección de fotos de los eventos más importantes del equipo y siempre aparecía él celebrando con sus compañeros los triunfos del campeonato. La fama del equipo fue creciendo y necesitaban nuevos uniformes, bates, guantes e implementos. La foto de Fernando comenzó a aparecer en varios afiches y se hicieron calcomanías en las que él se lucía en diferentes posiciones. En varios noticieros aparecía Fernando como una promesa del béisbol.

El club de fans comenzó a crear nuevos trajes para las porristas y además se introdujo un personaje que representaba la mascota del equipo en todos los encuentros. La mascota del equipo es Marcos, un niño de cinco años muy gracioso sus cabellos era completamente rizados y su cara llena de pequitas que parecían las chispas de un helado de chocolate. Era además gordito y metido en su disfraz de oso panda parecía una bolita de nieve. Cuando trataba de imitar el movimiento de las porristas caía quién sabe para cual lado y nunca iba al ritmo de la música. Todo ese espectáculo despertaba las carcajadas destornilladas de la gente y en cada encuentro, el público esperaba la aparición de Marcos en su traje de osito. El equipo continuaba jugando y Marcos comenzaba a aparecer en las fotografías de los periódicos cada vez que hacían un reportaje de prensa. Hasta hubo una firma comercial le propuso a los padres de Marcos hacer una publicidad en televisión sobre una refrescante bebida.

Marcos estaba por todas partes: fotos, calcomanías, propagandas y en las nuevas franelas del equipo. Si, en la imagen del osito panda.

Todo estaba bien hasta que Fernando comenzó a faltar a los entrenamientos ¿qué pasaría con Fernando? tiene una tarea escolar atrasada que debe entregar. Hoy no puede entrenar, contestaron sus padres.


Fernando faltó nuevamente al siguiente entrenamiento: es que tengo mucho que estudiar puso como excusa, y cada vez, Fernando hallaba un pretexto para no asistir a las prácticas y lo mas preocupante, es que en el último juego ni siquiera hizo un hit. El entrenador estaba muy preocupado y los padres de Fernando no conseguían respuesta a la actitud del muchacho. Cada vez era más difícil convencerlo para que fuera a entrenar...


A todas estas, Fernando estaba cada vez mas malhumorado y decidió practicar solo, fuera de las horas de entrenamiento para no hablar con nadie y para que nadie lo fuera a fastidiar así que fue a su casillero y buscó su bate pero no lo encontró. De pronto escuchó los golpes continuos del rebote de una pelota y dirigiéndose al ruido, encontró a Marcos jugando con su bate.

- ¿Quién te dio permiso para tomar mi bate?. Marcos estaba sonriente y a la vez apenado.
-Nadie... respondió, quería aprender.
-No te metas con mis cosas respondió y Fernando indignado le quitó el bate.
Tu no necesitas practicar para que todos te quieran te basta solo con ser gracioso y te vuelves famoso e importante en cambio yo tuve que esforzarme mucho
¿Por qué tomaste mi bate?
y Marcos le responde: solo quería ser como tú...

lunes, 5 de enero de 2009

MONÓLOGO DE TRANSFORMACIÓN




Hermoso contemplo el amanecer que la Aurora, la de los dedos rosados, hija de la mañana, trae a mis ojos en el puerto de Áulide, en Beocia. Sin duda que este es el más notable compromiso en mi humilde existencia. La alianza de los ejércitos aqueos decidió poner en mis manos la gran responsabilidad de recuperar el honor Griego, perdido ante los bárbaros por el rapto de Helena, que dejó al querido y rubio Menelao triste y melancólico. Mil ciento ochenta y seis negras y cóncavas naves están a mi disposición y yo he de cuidar con mi vida la vida de cada uno de los sesenta mil amados soldados aqueos, los de las bellas grebas. Cada uno de ellos siente su propio dolor y no el del otro por dejar atrás a sus caras mujeres y pequeños hijos, pero mi corazón no sólo sufre por los míos, sino por ellos y por la polis ausente.

El favor de los dioses está de mi lado y me permite contar con los más gloriosos guerreros de toda la Hélade: Aquiles el Pelida, hijo de Peleo y Tetis, comandante de los poderosos mirmidones, descendiente de Zeus por linaje; Odiseo, el astuto conductor del contingente de los cefalenios, considerado, en astucia, a Zeus comparable y con Ayante el fuerte y valeroso guerrero hijo de Telamón, portador del terror de Ares, azote de los mortales y el más fuerte después de su primo Aquiles. Cuento también con los valiosos consejos del orador sonoro de los pilios, el de la palabra suave: el Prudente Néstor, de los viejos por mi el más querido, y de Calcante, el de Micenas, hijo de Téstor y nieto del dios Apolo, quien le dio el don de la profecía. ¡Qué bien se siente estar con ellos y ser el conductor de los mejores guerreros que jamás haya existido en todo el universo!

Hay algo que me preocupa, el prudente Nestor no está muy de acuerdo con mi idea de concentrarnos en el Puerto de Áulide en Beocia; para mí, este es el mejor sitio pues me lo recomendó el adivino Calcante. Sus aguas son tan tranquilas que nos ha permitido la formación múltiple de las cóncavas naves; me parce que es lo mejor que se podía seleccionar, pues por boca de Pitia el dios ha augurado una larga campaña. Además, y esto es lo que más me satisface, ello me ha permitido estar cerca de Clitemnestra, mi hermosa y honesta mujer, sentar en mis piernas a mis queridos hijos: Ifigenia, que en belleza sólo su madre es comparable, de Electra y Crisótemis, pero especialmente a Orestes que es tan pequeñito y...de Gilisa, su nodriza, a quien aún puedo visitar para mejor sazonar el placer que su amor me está proporcionando.

Al salir de Áulide todo cambiará, dejaré atrás a mi amada familia y aunque el fiel Demodocos me juró que con su vida habría de cuidarla, a mi esposa no le pareció nada buena la idea y logró convencerme de que el fiel amigo ya estaba viejo y no servía para nada; la verdad es que no entiendo por qué dijo lo último. Algo que me contaron, a mi me cuentan muchas cosas, fue que Egisto está deseando y acosando a Clitemnestra, ...¿No será qué... ? Humm... No, no, no puede ser porque Egisto, a pesar del odio que le profeso, me tiene sin cuidado: no quiere ser héroe y en absoluto le preocupa la gloria y el prestigio de la guerra y ha preferido quedarse con las mujeres. Seguro que los dioses están involucrados porque ellos se meten en todo, claro que para guiar nuestros pasos; saben que si se viene con los de bellas grebas lo más seguro es que su cuello termine en mi espada.

Acepté la propuesta de Clitemnestra porque el pobre Demodocos ya está ciego y, por otra parte, porque mi mujer se encolerizó ante mi negativa inicial. Por supuesto su reacción era fácilmente de predecir, pues ella vive cual serpiente desde que nos casamos y nunca me ha perdonado que, para poder hacerlo, tuviera que matar a su primer esposo e hijos. Bueno, al fin y al cabo ella no es más que una mujer y, de acuerdo a lo que me han contado, a mi me cuentan muchos chismes, Príamo y Hécuba, los reyes de Troya, tienen una hija llamada Casandra que es la propia hembra y que, además, tiene la virtud, que le concediera Apolo por no entregarse a él, de que siempre dice la verdad al predecir lo porvenir, pero nadie cree lo que dice ¿Cómo lo ven? ¡Será la amante perfecta! Sin embargo, consultaré con Calcante a ver si es verdad que es un buen adivino.

A propósito de Calcante... ¿Me podré fiar de él? La verdad es que ese tipo es una cosa rara y siempre ha traido pura desgracia para la familia Atrida, no sé porqué acepté que Aquiles lo incluyera como nuestro adivino y como uno de los miembros principales del Ágora ¡Qué bolas! Yo nunca le he tenido confianza, quería que se quedara, pero el Pelida practicamente me obligó a que se viniera con nosotros. Ahora me arrepiento, he estado sintiéndolo presionar desde distintos sectores y con esa actitud el sueño me está quitando y está perturbando mis pensamientos. Últimamente lo he notado, junto con Menelao y los tres terribles guerreros, con una reunidera que me hace sospechar y dudar de sus inmediatas intenciones. ¿Será qué la envidia ha tomado posesión de sus palabras y de sus cuerpos? ¿Cómo hago para controlarlos? ¿Por qué los dioses habrían de abandonarme, si prácticamente lo he dejado todo para vengar el mancillado honor Griego? ¡Oh Zeus! ¡Oh madre mía! ¡Alumbradme! La astucia envidiosa de estos hombres quiere arrebatarme, en un instante, mis honores y mi futura gloria. Por ninguna razón he de permitir que sigan reuniéndose, pues de hacerlo ha de brotar la conspiración de sus aladas palabras y la traición de sus oscuros pensamientos.

A pesar de este alto poder que he recibido, tengo que confesar que nunca he estado de acuerdo con este conflicto, me parece ridículo pelear una guerra por una mujer. No puedo comprender porqué Zeus permitió que el miserable Paris se llevara a la hermosa Helena, comparada en belleza e inteligencia a la más divina de las mujeres griegas: mi fiel Clitemnestra, su hermana. Por razones obvias yo no puedo dar crédito a ciertas habladurías, pero...tal vez todo se debió a lo que se comenta en toda la Hélade, de que las hijas de Tindaro están condenadas al adulterio, pues su madre, Leda, estando preñada de éste, fue seducida por Zeus transformado en cisne, lo cual provocó la ira y esa maldición de su mujer, Hera la de ojos de novilla. Claro que no puedo creerlo porque mi mujer es muy fiel, prefiero pensar y estoy casi seguro de ello, que lo que sucedió fue que como Helena es muy ardiente, como su hermana, el rubio Menelao no fue capaz de complacerla. Tampoco creo que para seleccionar al marido de su hija, Tindaro haya ideado involucrar a los pretendientes mediante juramento, para que juntos defendieran el honor de Grecia en el caso de que alguien raptara a Helena ¿Porqué habrían de raptarla? Nojoda ¡Ni que fuera adivino! No, no creo que él nos haya metido en esta calamidad que nos aflige; lo que he escuchado, recuerden que a mi me cuentan muchas vainas, es que quien ideó tal ardid fue el cara de perro Odiseo, ique apiadándose de Tindaro por el gran problema que tenía; cuando se dio cuenta que él, que era uno de los pretendientes, no podría quedarse con Helena le propuso a Tindareo todo este enredo. A cambio logró que éste, agradecido, le entregara al bomboncito de Penelope, su sobrina. Esta versión no la dudaría en absoluto, pues hay que ver que este tipo se las trae cuando de inventar marramucias se trata; sin embargo, a pesar de que se dice tan valiente, hasta el loco se hizo para tratar de no venir a la guerra.

Volviendo con lo de mis sospechas, recientemente sentí el soplo divino de Eris en mis oídos y, aunque sé que ella es medio tracalera, me ha inspirado cómo habré de controlar las envidias de mi hermano, del adivino y de los tres despreciables guerreros. A Menelao puedo manejarlo a mi antojo, siempre lo he hecho; al envidioso e iracundo Aquiles le tengo una sorpresa: en su travesía hacia Áulide, los hijos de los varones aqueos le dieron como retribución una preciosa hembra de bien marcado talle: Briseida, la de las hermosas mejillas; estoy seguro que si se la quito se muere de la arrechera y nos abandona; con él se iría el adivino que es como su perro faldero. Con Odiseo la cosa es un poco más difícil pues es muy astuto el hijo de…Laertes, pero tiene una debilidad muy especial por las armas bien labradas y ricamente adornadas y pulidas; bien sé que haría cualquier cosa por ponerse en las armas del Pelida, a quien envidia y teme, cuyas armas fueron forjadas por Hefesto. ¿Y Ayante? Bueno, él es medio loco, debo ser muy discreto con el hijo de Telamón, ya que por quítame esta paja es capaz de degollar al mismísimo Zeus; justamente esa capacidad de enloquecer es la que voy a orientar hacia Odiseo para que se peleen entre sí, pues de esa pelea las únicas ganadoras han de ser las Erinias, quienes habrán de perseguirlos hasta en el inframundo, de ser necesario. De todas maneras, ¡Yo soy el poder legítimo!, tengo a mi disposición la fuerza y la violencia, que son sus atributos esenciales; cuando quiera los elimino, ya sea con la astucia, la palabra o con las armas.

Por supuesto, que todo este plan es para desarrollarlo después que arrasemos y saqueemos a la de amplias calles y bien fortificada ciudad de Troya, porque ellos son mi garantía de triunfo, no tengo la mínima duda; mientras tanto, he de mantenerles separados. Después de tanta tragedia, tanto dolor y tantas lágrimas en mi familia, por fin llega el ansiado poder a mis manos y la añorada felicidad a mi espíritu. ¡Hasta aquí llegó la tragedia de la familia Atrida!

Hace poco vino Euribates, mi heraldo, para avisarme que tenemos una asamblea especial, porque ique hay mucha preocupación por la falta de viento favorable para mover las negras naves. Espero que el viejo ese, Néstor, no se haya metido a conspirador y chismoso y esté sembrando inquietud y zozobra para convocar esta reunión. De todas maneras, me tiene sin cuidado pues yo soy el que manda aquí y, además, lo que ellos no saben es que la diosa de este calmado lugar, Artemisa, es una de mis protectoras y no tardará en cumplir cualquier ruego mío, pues, cual conviene, variadas y múltiples hecatombes, con pingües muslos de toros y de cabras le he ofrecido y he bebido el vino que jode en su nombre; sin embargo...aunque no estoy seguro, me parece recordar, mejor dicho, siento como si algo que le prometí se me hubiese olvidado. Bueno...me voy al Ágora, después les sigo contando.


F I N

Bibliografía: Ifigenia en Áulide, una tragedia de Eurípides datada en el año 409 a. C.

Escritores Venezolanos Conversando y Escribiendo

!Bienvenidos a nuestro Blog!

Esta es nuestra ventana de Internet para que nos conozcan y conozcan nuestro escritos. Bienvenida su colaboración con sus comentarios, ideas, y escritos que quieran mostrar en nuestro blog.
Somos escritores venezolanos para el mundo.